
Visión 2025 reunió en un panel vibrante a tres expertos que, desde diferentes ángulos, coincidieron en una misma certeza, la inteligencia artificial ya no es un tema del futuro, es una herramienta del presente. Antonio Villamizar Molina, Diego Hernández Guamán y Felipe Janica, con la moderación de Reinaldo Niebles, nos guiaron por un recorrido de casos, reflexiones y alertas sobre el papel creciente de la IA en nuestra vida cotidiana.
Diego Hernández Guamán abrió el panel recordando que la tecnología ya forma parte de nuestra rutina, desde los carros hasta el entretenimiento, pasando por la salud y la educación. Proyectó un panorama en el que para 2030, la IA podría incluso ampliar nuestra esperanza de vida. No obstante, advirtió sobre los riesgos que acompañan este desarrollo tan rápido; desempleo, manipulación algorítmica, vigilancia masiva, privacidad comprometida y armas inteligentes. No se trata de apagar la IA, sino de encender la ética que debe guiar su uso.
Por su parte, Antonio Villamizar nos contó cómo la IA se ha convertido en un acelerador del impacto social, especialmente en comunidades vulnerables. Desde algoritmos que ayudan a identificar zonas con necesidades alimentarias, hasta plataformas como Adelia, diseñada para mejorar la empleabilidad en sectores marginados, o Arcángel, una IA colombiana que detecta enfermedades como la malaria en zonas remotas, Villamizar dejó claro que la IA bien dirigida puede salvar vidas y cerrar brechas históricas. Incluso presentó a una IA invitada que habló de su rol activo en comunidades, marcando una parte importante del evento.
Finalmente, Felipe Janica, con un enfoque empresarial, fue claro y directo, “El que no se reinvente con la IA, está cultivando su muerte”. Aunque reconoció que la tecnología puede ser un gran aliado, también mencionó que la empatía, el contacto humano y la confianza siguen siendo clave en los negocios. Pues, la IA no reemplaza un apretón de manos ni una conversación con el cliente. No olvidemos que, sin clientes, no hay ingresos; sin ingresos, no hay utilidad; y sin utilidad, no hay empresa.
El panel cerró entre aplausos y muchas preguntas del público, dejando una idea central, la inteligencia artificial está transformando el mundo, pero somos nosotros quienes debemos decidir cómo queremos vivir con ella.