
Ana Rodríguez Morato
En un mundo donde la inteligencia artificial promete avanzar a pasos agigantados y transformar profesiones enteras, la doctora Ana Rodríguez Morato, experta en educación digital e innovación pedagógica, sorprendió al público con una conversación inesperada, no con una persona, sino con una inteligencia artificial. A través de su padlet al que llamó un muro virtual interactivo inició su conferencia preguntándole directamente a la IA: “¿Cómo aprendes?”
La respuesta abrió el debate, a diferencia de los humanos la inteligencia artificial aprende de forma conductista, sin razonamiento profundo, sin empatía. Y allí, según Rodríguez, comienza el verdadero reto para el mundo de la educación y la psicología.
Con más de 20 años de experiencia y habiendo formado a más de 6.000 docentes en España y América Latina, Rodríguez defendió una postura clara “la inteligencia artificial no debe temerse, pero sí cuestionarse con pensamiento crítico. La IA está sesgada, aprende de lo que le damos, y por eso debemos formar personas que sepan preguntarle con inteligencia”, explicó. Para ilustrarlo, compartió una experiencia con estudiantes que fallaron un ejercicio académico no por culpa de la IA, sino por no saber cómo interrogarla o hacer un promt adecuado.
Además, planteó un desafío urgente para sus colegas docentes, fomentar el pensamiento crítico, la empatía y el análisis ético en medio del uso inevitable de herramientas como chatbots, asistentes virtuales y plataformas de IA. “Nuestros alumnos ya usan IA, el reto es enseñarles a usarla bien”, es decir, no debemos no permitirles su uso, sino, adaptar la educación a los cambios actuales.
AL finalizar su exposición, se abrieron las preguntas al público, entre los participantes estuvo María Martínez, quien preguntó sobre si estamos perdiendo habilidades humanas como recordar números telefónicos u orientarnos sin GPS a lo que la doctora fue clara, “Las competencias cambian, pero el pensamiento crítico sigue siendo el corazón de la educación. Ahora más que nunca debemos trabajarlo con creatividad y profundidad”.
La conferencia cerró con una reflexión por parte de Ana, a la duda de que si en algún momento debemos desintoxicarnos de la inteligencia artificial “en algún momento vamos a tener que desintoxicarnos de la IA. De vez en cuando deberíamos tener una clase analógica” afirmó. Fue un llamado a reconectar con lo esencial, a pausar el clic constante y recordar que el pensamiento crítico, la creatividad y la empatía no se programan.
